Pensares casi accidentales...

¿Cómo hacerlo sin saber cómo?


¿Cómo se espera sin pensar en que no sabemos qué vamos a encontrar cuando llegue lo que esperamos?¿Cómo no entrar en desesperación cuando nada depende de nosotros, cuando ni siquiera el azar puede ayudarnos, cuando no hay nadie ni nada que nos dé respuestas?
¿Cómo desprendernos de la imagen de un futuro lejano cuando las circunstancias por las que atravezamos distan una enormidad, y no en tiempo sino en posibilidades o potencialidades de concretarse, ya sea por la incapacidad de intervenir en la concreción de ese devenir futuro o por la inexistencia, aún no consiente, de esa imagen? ¿Cómo desprendernos de nuestro futuro si no podemos siquiera saber si llegará a convertirse en presente? ¿cómo borrar de nuestras mentes ese destino que teníamos aferrado en las manos (y en la mente y, por qué no, en el corazón), si creemos y sentimos que dicho destino está escrito, y hemos leído parte de él y nos convencimos del resto?
¿Hay un qué hacer?, ¿es que hay que hacer algo? ¿o solo con esperar, manteniendo la marcha hacia adelante, es suficiente? ¿es posible que todo quede en manos del tiempo y su caprichoso acelerar?
El tiempo mata todo (y a todos), el tiempo entierra todo (y a todos). Una obviedad que hace casi estúpido ocupar el tiempo en buscar respuestas que sabemos inexistentes o inconsistentes o insatisfactorias. Lo interesante de esa "perdida" de tiempo es que mientras lo "perdemos", la caprichosa aceleración del tiempo inevitablemente avanza a mayor velocidad y casi sin darnos cuenta, pasan los meses mientras nos preguntamos y nos enroscamos entre nuestro pasado, presente y (posible) futuro; y él solo va haciendo su trabajo. Pese a todo y a todos. Pese a uno mismo y sus preguntas e intentos desmesurados por buscar en cada rincón, en cada palabra, en cada mirada, en cada sonido, en cada momento, en cada encuentro, una respuesta aliviadora. Una respuesta Liberadora.


Lo esencial

¿Cómo ser lo que no se es? ¿cómo lograr que la conciencia no gane, aunque juegue en contra de uno mismo? ¿cómo ser quién uno no es cuando el propio ser lo necesita? Hay situaciones en que la psiquis nos pide ser y/o hacer lo que para nuestra razón es una hijaputez, pero la psiquis insiste y se nos revela e intenta por un momento ser ella nuestra razón, y no; no podemos ser quien no somos. 
Nuestra esencia, aunque nos duela y lastime, aunque nos enferme y nos mate, emana y manda...
¿Será que hay momentos en la vida que tenemos que deshacernos de nuestra esencia?, ¿transformarla? ¿Encontrar una nueva esencia de ser?... difícil. No imposible. Se ve. Lo vemos. Las personas cambian su esencia. Pero sin pensarlo, sin planearlo, sin proponérselo, sin plazos, sin tiempos y sin culpas... ni culpables... 

El problema se nos presenta cuando las circunstancias nos obligan a hacerlo, cuando somos consientes del proceso de transformación. Al, inevitablemente, querer intervenir nos batimos en una lucha introspectiva que hace que el proceso sea una tortura de nunca acabar... ¿como ser alguien que no se es? 
Si no querés ver, podés cerrar los ojos.
Si no querés oir, podés taparte los oídos.

Si no querés gustar, podés cerrar la boca.

Si no querés oler, podés taparte la nariz.

Si no querés tocar, podés apartar tu mano.

Pero...

¿Si no querés sentir lo que no se sienten con esos cinco sentidos?....


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