23 de enero de 2018

Rocío




Rocío sabe bien su juego y se disfraza con el viento.
Baja con las manos frías mientras acaricia una colina.
Baila como mariposa y suave se posa en una hoja roja.
Cae verde transparente, saluda y sonríe a unos duendes.
Cada flor le abre una puerta, para que duerma su siesta.
Todas las estrellas miran, como una gota loca brilla.
Rocío canta por las noches.
Es fiesta para caracoles.
Por las ramas se desliza, disfrutando de la brisa.
El césped espera inquieto. ¿Cuándo llega su momento?
Un árbol corto se estira. Se estira.
Debe estar llegando el día.
Se despiertan las hormigas, van esquivando gotitas.
Rocío juega bien su juego.
La noche se hace recuerdo.
Plantas, bichos, todo frío. El sol tibio bienvenido.
Ya saben los aromas, el trabajo que les toca.
Hacer que vuelen flores a todos los rincones.   
El sol amarillo abraza a Rocío. Por un rato muy juntitos.
Se despiden con un beso y el amanecer camina lento.
Todo brilla en este encuentro.
Y se dicen hasta luego. 

mjs