4 de enero de 2020

Eme, Jota y Ese color


El sol salió una noche hermosa y de un salto Jota se sentó en la luna, que no es de queso, ni de crema, ni manteca; es de gomaespuma.
¿Por qué no me cantás una canción de cuna?
Los árboles desde arriba no son árboles, son arbustos o yuyos o la remera verde que Jota lleva puesta porque hace juego con sus ojos, que no son verdes, son color cielo o mar; pero el mar sabe ser verde y debajo de todo cielo están los árboles o los arbustos.
¿Querés volar conmigo así no me asusto?
Y el perro corrió la pelota, pasó debajo de la escalera, esquivó la mesa, atravesó la cortina, miró, buscó, olfateó y mordió. Jota agarra la pelota y desde la luna la arrojó. – “¡Fiuuuh!”, gritó la pelota y en un charco se cayó; hecha pelota quedó la pelota.
¿Por qué mi burbuja siempre se explota?
Eme, que trae consigo siempre la suerte, ha perdido el trébol, que también es verde, como el pasto, como un duende. Y sin su trébol, como sin juguete, ya no duerme.
Si se hace de azúcar y leche, ¿Por qué es marrón el dulce de leche?
Jota salta de nube en nube, de estrella en estrella, pero no se estrella. Las nubes naranjas, rojas y blancas, saludan al sol, a la luna y a ella, la bella Jota que no se agota y juega toda la noche a que canta sola.
Las canciones cuando llueve, ¿usan botas?
Y el gato corrió la pelota, pasó entre las piernas de Eme, esquivó la silla, atravesó la cocina, miró, buscó, olfateó y mordió. Eme agarró la pelota y hasta la luna la arrojó. – “¡Fiuuuh!”, gritó la pelota y en un colchón de gomaespuma se acostó.
Si estiro mucho los brazos, ¿podré tocar el sol?
Jota salta de la luna y cae tan rápido como una hoja en otoño, juega al tobogán en la trompa de un elefante y cae de cola en la boca de una ballena medio loca que grita asustada: - ¿qué hay en mi boca?, ¡¿qué hay en mi boca?! Jota se ríe y jocosa baja.
¿Por qué cuando me río me caigo en la cama?
Eme camina en el agua mientras mira, violeta, amarillo, azul, celeste; flores que vuelan sin alas, llegan a sus manos y descansan. Eme mira mientras camina sobre el agua, el río no se detiene y lo abraza como serpiente.
Jota en la orilla pregunta a una gaviota: - “¿por qué la vida no es color de rosa?” La gaviota no contesta, en la orilla solo da vueltas.
Eme abre sus manos y ofrece, celeste, azul, amarillo, violeta; señala las nubes rojas, naranjas y blancas, mira sus ojos y su remera verde que hace juego con el cielo, y una flor le alcanza.
¿Por qué cuando te miro me sigue doliendo la panza?
El sol salió una noche hermosa y la luna lo abrazó, “Lindo día”, dijo la luna. “Linda noche”, contestó el sol.