3 de agosto de 2012

Mente descontracturada

Tan solo muerte o la esperanza de una futura vida. Fin. Principio. Cada una de las ramas de la vida nos deja la incertidumbre y la ambivalencia de la duda.
La falta de respuestas nos mantiene vivos en este mundo que irremediablemente nos conduce al ocaso existencial.
¿Qué vemos ante un árbol sin hojas? ¿Y ante la frialdad de las rocas? Nuestros sentidos generan imágenes cómodas para nuestra mente o imágenes que nuestra mente acomoda para sentirnos seguros, para sentirnos parte de algo. Para evitar la colisión de contradicciones que invoquen la explosión de verdades y mentiras enfrentadas en un mismo ser. Para evadir, sin más, la confrontación entre propios y ajenos.
¿Qué vemos ante una mente liberada de tal conformismo sistémico y fuera de la estructura convencional humana?
Y si la respuesta no es la lógica geometría cotidiana. De ser así, cómo encontrarla. Por dónde empezar a pensar.
Otra vez, no hay respuesta. Otra vez es necesario salir, ver el árbol sin hojas y preguntarnos qué vemos. Qué esconde. Muertes. Vidas. Esperanzas. Tristezas. Amores. Caídas. Sueños.
La falta de respuestas nos mantiene vivos, en ebullición permanente y constante. Nos mantiene lejos y cerca de todo y de todos. La búsqueda de verdades en mareas de mentiras y parcialidades déspotas, es la lucha que debe movernos y agitar nuestros destinos.
Otra vez una mente que intenta descontracturarse y escribir. Lanzar ideas y palabras que provoquen incertidumbre.

mjs

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